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Hoy, en la cuenta regresiva para el Mundial, recordamos el primer título de Alemania, en Suiza 1954.

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Foto: deutscherfussball-mty.blogspot.com
Si por algo son famosos los alemanes en el fútbol, es por su fortaleza anímica, que no decae en ningún momento. Alemania ha sido tradicionalmente una animadora de los mundiales, y previo a cada torneo es reconocida como una de las favoritas a ganarlo.

Este favoritismo no nació porque sí, y tiene sus raíces en su primer título mundial, allá por 1954. En Suiza, los alemanes no aparecían como la selección mas fuerte de Europa, los fracasos en los mundiales del 34 y el 38, sumado a la devastación que había sufrido por la Segunda Guerra Mundial, dejaban al equipo, en un principio, por detrás de otros.

La principal arma para los germanos no estuvo en sus jugadores, sino en su técnico, Sepp Herberger. Quien había sido el DT de la selección previo a la Segunda Guerra, se mantuvo durante el enfrenamiento bélico en el cargo e intentó de todas las formas continuar con los entrenamientos del equipo.

Finalizado la guerra decidió reconstruir el equipo, y tras haber sido marginado de la FIFA, en 1954 tuvo la chance de volver para disputar el Mundial. Ese Mundial tuvo la particularidad que, a pesar que los grupos estaban conformados por cuatro equipos, cada selección disputaba solamente dos partidos, definiéndose de esa manera quién pasaba a la segunda fase.

Cuenta la leyenda que, buscando evitar a Brasil y a Uruguay, el técnico alemán, luego de haber vencido a Turquía por 4 - 1, decidió alternar el equipo y perder ante Hungría, uno de los equipos favoritos a llevarse el torneo.

La derrota ante los hungaros fue contundente (8 - 3) y obligó a Alemania a disputar un desempate ante Turquía. El plan le salió perfecto al entrenador, ya que vencieron a los turcos 7 - 2 y se les allanó el camino.

En la fase final derrotó a Yugoslavia y Austria con amplia ventaja (2 - 0 y 6 - 1 respectivamente), y clasificó a la final. Su rival en el partido definitorio fue nuevamente Hungría, que contaba con varios de los mejores jugadores del mundo como Puskás o Kocsis, y venía de superar a Brasil y Uruguay.

Con el antecedente fresco de la primera vuelta, el partido parecía muy difícil para los alemanes. Y se complicó aún más cuando a los 8 minutos del primer tiempo ya ganaba Hungría 2 - 0.

Pero cuando parecía que no había ninguna respuesta de Alemania, apareció dos minutos después el descuento, y ocho minutos después el empate.

A pesar de la remontada alemana, en el segundo tiempo el claro dominador fue Hungría, pero no pudo plasmarlo en el marcador. Y a falta de ocho minutos para el final se dio el milagro: Alemania anotó el tercer gol y se coronó campeona del mundo por primera vez.