
Faltan 12 días
Hoy, en la cuenta regresiva para el Mundial, recordamos el gol de Iniesta en la final de Sudáfrica 2010 y su loable festejo.

Foto: futbolprimera.es
Seguramente en Brasil 2014 sea difícil que se viva una final entre dos equipos que nunca ganaron un Mundial, tal como pasó hace cuatro años en Sudáfrica.
Por un lado estaba Holanda, quien ya había sufrido dos veces la frustración de quedarse a un paso de la gloria (en 1974 y 1978), en tiempos de la "naranja mecánica". Y por otro estaba España, que jugaba la primera final de su historia.
El partido fue trabado, como toda final. En los noventa minutos inciales no hubo goles, pero sí muchas polémicas, ya que los holandeses apelaron al juego brusco para frenar los círcuitos de juego que buscaban imponer los españoles.
Recordada es la patada de Nigel de Jong sobre Xabi Alonso, en la que la pierna del mediocampista holandés terminó en el pecho del jugador español.
A medida que el tiempo pasaba, la final se hacía cada vez mas emocionante y dramática, porque la existencia de un gol podía sentenciar definitivamente el Mundial. Con la llegada del alargue, sumado a las chances malogradas por ambos equipos, la emoción ya era inaguantable.
Primero lo tuvo Holanda en los pies de Robben, quien frente a Casillas marró una clara oportunidad de abrir el marcador. Por el otro lado, Fàbregas y Ramos también erraron sendas situaciones.
Cuando parecía que el partido se iba a penales, apareció Andrés Iniesta y castigó a una mezquina Holanda que parecía conforme con el empate. El gol de Iniesta destrabó una de las finales más parejas de los últimos tiempos, permitiendo que España se coronase por primera vez campeón del mundo.
El volante de Barcelna festejó ese gol sacándose la camiseta, y mostrando otra remera que tenía por debajo y decía: "Dani Jarque siempre con nosotros".
Poco importó que fuera el momento mas importante de su carrera, o que Jarque haya sido figura del equipo rival (Espanyol). Estando en lo más alto que puede estar un jugador, Andrés Iniesta tuvo un gesto notablemente humano.
Por un lado estaba Holanda, quien ya había sufrido dos veces la frustración de quedarse a un paso de la gloria (en 1974 y 1978), en tiempos de la "naranja mecánica". Y por otro estaba España, que jugaba la primera final de su historia.
El partido fue trabado, como toda final. En los noventa minutos inciales no hubo goles, pero sí muchas polémicas, ya que los holandeses apelaron al juego brusco para frenar los círcuitos de juego que buscaban imponer los españoles.
Recordada es la patada de Nigel de Jong sobre Xabi Alonso, en la que la pierna del mediocampista holandés terminó en el pecho del jugador español.
A medida que el tiempo pasaba, la final se hacía cada vez mas emocionante y dramática, porque la existencia de un gol podía sentenciar definitivamente el Mundial. Con la llegada del alargue, sumado a las chances malogradas por ambos equipos, la emoción ya era inaguantable.
Primero lo tuvo Holanda en los pies de Robben, quien frente a Casillas marró una clara oportunidad de abrir el marcador. Por el otro lado, Fàbregas y Ramos también erraron sendas situaciones.
Cuando parecía que el partido se iba a penales, apareció Andrés Iniesta y castigó a una mezquina Holanda que parecía conforme con el empate. El gol de Iniesta destrabó una de las finales más parejas de los últimos tiempos, permitiendo que España se coronase por primera vez campeón del mundo.
El volante de Barcelna festejó ese gol sacándose la camiseta, y mostrando otra remera que tenía por debajo y decía: "Dani Jarque siempre con nosotros".
Poco importó que fuera el momento mas importante de su carrera, o que Jarque haya sido figura del equipo rival (Espanyol). Estando en lo más alto que puede estar un jugador, Andrés Iniesta tuvo un gesto notablemente humano.