​“Soy casi un uruguayo más”

El golero panameño Luis Mejía contó su historia a PDA, habló de su presente en Fénix y de lo que sueña a futuro.

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Desde su Panamá natal, emigró a los 16 años en busca de su sueño. Luis Mejía nos cuenta su historia, habla de su presente y sueña su futuro.

“Llegué a Uruguay por medio de la gente de Fénix que me vieron en una Eliminatoria sub 20 que jugaba con 15 años, después fueron a ver el Mundial en Canadá (2007) y se convencieron. A los 16 años ya estaba en Uruguay”, cuenta el arquero panameño sobre su llegada al fútbol uruguayo.

A esa edad, tomar la decisión de abandonar su país en busca de su sueño no fue nada fácil. “Al principio no conocía mucho sobre Uruguay. Había escuchado por arriba pero nunca me imaginé venir a jugar a un fútbol tan importante, que tiene muchos futbolistas reconocidos mundialmente. El primer año me costó un poco la adaptación, pero gracias a Dios hoy en día ya soy casi un uruguayo más”.

Dejar atrás el clima caribeño y despedirse de los afectos más cercanos fueron los factores que más afectaron una vez instalado en el equipo de Capurro. “El frio fue lo más complicado. En el Caribe hay mucho calor, pero acá la sufrí. Extrañaba mucho a mi familia y a mis amigos. En ese momento de la vida, uno está muy apegado a los afectos y la separación es complicada. Por suerte me pude adaptar de la mejor forma”.

De todas formas, de a poco se fueron acercando a su nuevo club otros jugadores panameños, que además de ser colegas significaron estar, al menos un rato, más cerca de su tierra. “El primer compañero que tuve fue Nelson Baharona en 2008. Después llegó Eric Davies y Cecilio Waterman, que hoy en día es el único que queda. Por suerte le está yendo bien y ojalá que se nos dé para crecer”, concluye Mejía sobre su período de adaptación.

Hay una frase que dice que “el fútbol es muy dinámico” y sin lugar a dudas que se aplica a la historia de “Manotas”. Con tan solo 19 años y pocos partidos en Primera División le surgió la chance de pasar al fútbol francés.

“La ida a Toulouse en Francia fue muy linda pero a la vez muy cambiante. Todo se dio muy de golpe. Se lesionó Danilo Lerda, me tocó la chance de debutar contra Tacuarembó, después jugar en el Parque Central. Yo no estaba acostumbrado a jugar con tanta gente en contra. Por suerte Dios me dio esa linda oportunidad y hoy estoy muy agradecido a Fénix y soy un hincha más del club”.

Los contrastes entre el fútbol uruguayo y el europeo son notorios y es imposible quedar al margen. “Los complejos donde se entrenaba eran de primer mundo, las instalaciones, los aparatos, los ejercicios. Todo era diferente. Siempre están pendientes del jugador y tratan de que no le falte nada. Me quedó la pena de no haber tenido la chance de mostrarme oficialmente, pero fue algo que me sirvió mucho teniendo en cuenta mi corta edad y estoy seguro de que si hago las cosas bien esa chance la volveré a tener”, explica con voz firme Mejía.

El panameño no se olvida de Danilo Lerda, actualmente en Peñarol, con quien compartió muchos años de convivencia, entrenamiento y compañía. “El puesto de arquero es bravo, y más en un cuadro grande. Más teniendo la presión de pelear el puesto con un arquero de selección como lo es Juan Castillo. De todas formas, Danilo, además de ser mi amigo, es un excelente arquero y tiene muchas condiciones.  Los partidos que jugó lo hizo muy bien, contuvo penales y realizó buenas atajadas. Ojalá que se le siga dando la chance”, argumenta el panameño en defensa del arquero cordobés a raíz de los cuestionamientos que recibió.

Continuará...