
"Los invito a una aventura"
Mauricio Larriera, DT de Racing, habló con PDA tras el triunfo ante El Tanque y contó cómo les inculcó su idea a los jugadores.

Mauricio Larriera cambió la pisada en Sayago y Racing juega fiel a su estilo: pelota al piso. A pesar de los grandes partidos, goles y jugadas de coordinación, el equipo aún no zafa del descenso y eso desgasta al floridense.
El cervecero no tiene asegurada -matemáticamente- su permanencia en Primera División para la próxima temporada, pero es el que está mejor parado con respecto a sus rivales directos. Tiene por debajo a Juventud, Liverpool, Cerro y Sud América, de los que solo bajará uno, además de Miramar Misiones y Cerro Largo, ya descendidos.
PDA dialogó con el responsable de la “Escuelita”.
Se sacó un partido muy duro adelante contra El Tanque Sisley ¿no?
Sí. Era un partido que había que ganar. Como pasó con Juventud, que no se pudo ganar y me fui bastante enojado. Este era con un rival que acostumbra a maniatar a los contrarios. Como no juega ni por la tabla de arriba ni por la de abajo era un enigma El Tanque. Normalmente espera.
La impaciencia podía llevarnos a cometer un traspié. No podíamos cometerlo. Se sacaron tres puntos valiosos que ya los teníamos completados en la tabla. No por subestimar al rival sino porque era una obligación ganarlos. Fue muy complicado y en la paciencia era bravo. No podíamos ir a buscarlos sin regalarnos. Nos complicaron bastante.
¿Qué destacás de tu equipo?
El crecimiento que hemos tenido como equipo. Individualmente hubo mucha maduración. Sobre todo en jóvenes por los que nadie daba mucho. Sabemos manejar las situaciones ahora. En el juego del equipo, en este partido contra El Tanque, hicimos hincapié en la posesión y en llevar la pelota de un lado a otro con calma, para que aparezcan los espacios.
También era importante la vigilancia y la atención en el fondo porque dejarle espacios a los delanteros de El Tanque podía ser fatal. Destaco que todo el equipo está comprometido con la idea de permanecer en Primera. Se demostró. Lo otro era mantener un estilo.
En un momento yo no veía el gol en la cancha y el equipo no hacía su juego habitual. Mantuvimos la paciencia y eso fue importante. Cuando apareció el segundo gol supimos cerrar bien el partido. Pero no para atrás sino para adelante. Seguimos atacando y no renunciamos a las chances de aumentar la ventaja.
El estilo de Larriera se ve en la cancha. ¿Cómo se logra eso?
Cuando llegamos a Racing fue porque habían buenos jugadores desde el punto de vista técnico para adaptarse al estilo. Hay una frase que les dije cuando llegué: “Los invito a una aventura que es intentar morir yendo para adelante”. Aún en la semántica de morir, que no es morir sino seguir viviendo para adelante. Yendo osado, con coraje, es mejor que resguardarse y esperar un milagro.
La clave estuvo ahí y luego en el compromiso de los muchachos. Ellos vieron que en el trabajo diario se reflejaba lo que se pidió. Si ellos no quieren no hay forma. Han arriesgado en momentos complicados, como con Liverpool. Ese día atacábamos, nos quitaban la pelota y no nos convirtieron de casualidad. Igualmente seguimos insistiendo.
Lo confirmamos con Defensor. Hicimos cambios para salir a buscar el partido, aun cuando el rival era superior. Se logró porque las características de los jugadores daban para jugar así. No es un capricho, es lo que sirve para salvarnos, para respetar la identidad. Los jugadores son lo más importante.
Cuando hay un cierto afloje me encargo de quedar afónico y les inculco que sigan jugando. Esa es la forma de llegar, estamos acostumbrados a eso. Es la forma de encarar esto. La valentía y el coraje tienen que ver con los temores. Si bien los tenemos, porque en el fútbol la justicia es muy difícil de medir, respetamos nuestro compromiso y la identidad del club.
A pesar de eso siguen peleando abajo. ¿Por qué?
No hemos logrado nada. Logramos la parte deportiva porque vamos bien. En un torneo normal capaz era muy buena la campaña y estábamos salvados. Pero como algunos equipos no tuvieron una campaña normal y fueron irregulares, nosotros tuvimos cierta regularidad. Perdimos partidos que quizá no merecíamos perder. Salvo el partido con Cerro Largo, en los demás que nos llevamos los tres puntos siempre merecimos ganar. Podíamos ya estar salvados.
Para mi gusto se va a definir en la última fecha. Ojalá sea antes para salir de este agobio que tengo como entrenador. A veces uno está triste porque tiene un equipo con muchos y no puede darles oportunidades a todos.
¿Si Racing se salva te vas?
No sé. Estoy abocado totalmente a la permanencia. Eso de estar desgastado obedece a que yo me involucro demasiado desde el punto de vista sentimental. Nunca pensé que con Racing me toque descender.
Después que termine me tendría que tomar unos días y pensar. Hoy no tengo la mente en otro lado. Hubo algún movimiento desde Paraguay hace un mes y medio, pero no me saca de esto. Estoy bastante desgastado por la situación. Hacemos la cosas muy bien, mucho sacrificio, ganamos y no logramos salir del descenso. No quiero ni imaginarme cómo están los entrenadores de los equipos que tenemos abajo.
Hay contrato hasta diciembre. Cuando llegamos pensamos en un proceso. Hay que estudiarlo. Capaz si perdíamos tres partidos seguimos ya no estábamos. Tengo un desgaste, eso es concreto. Lo único que deseo es permanecer en Primera.
También aclaro que no hay nada de otro lado, porque alguno lo puede suponer por la buena campaña. Hasta no cumplir el objetivo no saco la cabeza de esto. Estoy totalmente comprometido con la causa.
El cervecero no tiene asegurada -matemáticamente- su permanencia en Primera División para la próxima temporada, pero es el que está mejor parado con respecto a sus rivales directos. Tiene por debajo a Juventud, Liverpool, Cerro y Sud América, de los que solo bajará uno, además de Miramar Misiones y Cerro Largo, ya descendidos.
PDA dialogó con el responsable de la “Escuelita”.
Se sacó un partido muy duro adelante contra El Tanque Sisley ¿no?
Sí. Era un partido que había que ganar. Como pasó con Juventud, que no se pudo ganar y me fui bastante enojado. Este era con un rival que acostumbra a maniatar a los contrarios. Como no juega ni por la tabla de arriba ni por la de abajo era un enigma El Tanque. Normalmente espera.
La impaciencia podía llevarnos a cometer un traspié. No podíamos cometerlo. Se sacaron tres puntos valiosos que ya los teníamos completados en la tabla. No por subestimar al rival sino porque era una obligación ganarlos. Fue muy complicado y en la paciencia era bravo. No podíamos ir a buscarlos sin regalarnos. Nos complicaron bastante.
¿Qué destacás de tu equipo?
El crecimiento que hemos tenido como equipo. Individualmente hubo mucha maduración. Sobre todo en jóvenes por los que nadie daba mucho. Sabemos manejar las situaciones ahora. En el juego del equipo, en este partido contra El Tanque, hicimos hincapié en la posesión y en llevar la pelota de un lado a otro con calma, para que aparezcan los espacios.
También era importante la vigilancia y la atención en el fondo porque dejarle espacios a los delanteros de El Tanque podía ser fatal. Destaco que todo el equipo está comprometido con la idea de permanecer en Primera. Se demostró. Lo otro era mantener un estilo.
En un momento yo no veía el gol en la cancha y el equipo no hacía su juego habitual. Mantuvimos la paciencia y eso fue importante. Cuando apareció el segundo gol supimos cerrar bien el partido. Pero no para atrás sino para adelante. Seguimos atacando y no renunciamos a las chances de aumentar la ventaja.
El estilo de Larriera se ve en la cancha. ¿Cómo se logra eso?
Cuando llegamos a Racing fue porque habían buenos jugadores desde el punto de vista técnico para adaptarse al estilo. Hay una frase que les dije cuando llegué: “Los invito a una aventura que es intentar morir yendo para adelante”. Aún en la semántica de morir, que no es morir sino seguir viviendo para adelante. Yendo osado, con coraje, es mejor que resguardarse y esperar un milagro.
La clave estuvo ahí y luego en el compromiso de los muchachos. Ellos vieron que en el trabajo diario se reflejaba lo que se pidió. Si ellos no quieren no hay forma. Han arriesgado en momentos complicados, como con Liverpool. Ese día atacábamos, nos quitaban la pelota y no nos convirtieron de casualidad. Igualmente seguimos insistiendo.
Lo confirmamos con Defensor. Hicimos cambios para salir a buscar el partido, aun cuando el rival era superior. Se logró porque las características de los jugadores daban para jugar así. No es un capricho, es lo que sirve para salvarnos, para respetar la identidad. Los jugadores son lo más importante.
Cuando hay un cierto afloje me encargo de quedar afónico y les inculco que sigan jugando. Esa es la forma de llegar, estamos acostumbrados a eso. Es la forma de encarar esto. La valentía y el coraje tienen que ver con los temores. Si bien los tenemos, porque en el fútbol la justicia es muy difícil de medir, respetamos nuestro compromiso y la identidad del club.
A pesar de eso siguen peleando abajo. ¿Por qué?
No hemos logrado nada. Logramos la parte deportiva porque vamos bien. En un torneo normal capaz era muy buena la campaña y estábamos salvados. Pero como algunos equipos no tuvieron una campaña normal y fueron irregulares, nosotros tuvimos cierta regularidad. Perdimos partidos que quizá no merecíamos perder. Salvo el partido con Cerro Largo, en los demás que nos llevamos los tres puntos siempre merecimos ganar. Podíamos ya estar salvados.
Para mi gusto se va a definir en la última fecha. Ojalá sea antes para salir de este agobio que tengo como entrenador. A veces uno está triste porque tiene un equipo con muchos y no puede darles oportunidades a todos.
¿Si Racing se salva te vas?
No sé. Estoy abocado totalmente a la permanencia. Eso de estar desgastado obedece a que yo me involucro demasiado desde el punto de vista sentimental. Nunca pensé que con Racing me toque descender.
Después que termine me tendría que tomar unos días y pensar. Hoy no tengo la mente en otro lado. Hubo algún movimiento desde Paraguay hace un mes y medio, pero no me saca de esto. Estoy bastante desgastado por la situación. Hacemos la cosas muy bien, mucho sacrificio, ganamos y no logramos salir del descenso. No quiero ni imaginarme cómo están los entrenadores de los equipos que tenemos abajo.
Hay contrato hasta diciembre. Cuando llegamos pensamos en un proceso. Hay que estudiarlo. Capaz si perdíamos tres partidos seguimos ya no estábamos. Tengo un desgaste, eso es concreto. Lo único que deseo es permanecer en Primera.
También aclaro que no hay nada de otro lado, porque alguno lo puede suponer por la buena campaña. Hasta no cumplir el objetivo no saco la cabeza de esto. Estoy totalmente comprometido con la causa.