
Faltan 31 días
Hoy, en la cuenta regresiva para el Mundial, recordamos la final de Francia 1998, en la que el local goleó a Brasil.

Foto: deportes.terra.com.pe
Muy diferente a Brasil, la selección francesa llegó a la final del Mundial 1998, disputado en su casa, sudando la gota gorda en cada partido. No solo le costó eliminar a Paraguay, al cual le ganó con gol de oro, sino que fue a penales para vencer a Italia y venció por la mínima en semifinales a Croacia con dos goles de Thuram.
Principalmente por el Mundial que venía haciendo Ronaldo, mucha gente veía a Brasil como favorito a ganar la finales. Obviamente acompañado por lo que hacían Rivaldo y Bebeto, entre otros. Francia, por su parte, no mostraba grandes figuras, ya que sus principales goles los había anotado Thuram o Blanc.
Peor menuda sorpresa se llevaron, ya que no fue ninguna estrella brasilera la que se llevó los aplausos, sino que el mejor jugador del partido fue Zinedine Zidane. Con dos goles de cabeza suyos, Zidane anuló las chances de un Brasil que no logró lastimar el arco notablemente defendido por Barthez.
Sobre el final del partido llegó la frutilla de la torta. Con Brasil totalmente volcado al ataque, el francés Emmanuel Petit aprovechó los espacios y anotó el tercer gol. Fue la segunda final perdida por Brasil en la historia de los Mundiales, después de la de 1950.
Francia no solo logró ganar su primer Mundial, sino que lo hizo en su propia casa, donde había tenido que ver de afuera la final en 1938 y 1924 (cuando aún estaban los Juegos Olímpicos). Muchos cabuleros podrían titularlo como "la tercera es la vencida".
Principalmente por el Mundial que venía haciendo Ronaldo, mucha gente veía a Brasil como favorito a ganar la finales. Obviamente acompañado por lo que hacían Rivaldo y Bebeto, entre otros. Francia, por su parte, no mostraba grandes figuras, ya que sus principales goles los había anotado Thuram o Blanc.
Peor menuda sorpresa se llevaron, ya que no fue ninguna estrella brasilera la que se llevó los aplausos, sino que el mejor jugador del partido fue Zinedine Zidane. Con dos goles de cabeza suyos, Zidane anuló las chances de un Brasil que no logró lastimar el arco notablemente defendido por Barthez.
Sobre el final del partido llegó la frutilla de la torta. Con Brasil totalmente volcado al ataque, el francés Emmanuel Petit aprovechó los espacios y anotó el tercer gol. Fue la segunda final perdida por Brasil en la historia de los Mundiales, después de la de 1950.
Francia no solo logró ganar su primer Mundial, sino que lo hizo en su propia casa, donde había tenido que ver de afuera la final en 1938 y 1924 (cuando aún estaban los Juegos Olímpicos). Muchos cabuleros podrían titularlo como "la tercera es la vencida".