El mejor canguro

Harry Kewell anunció su retiro de las canchas. Repasamos la carrera de uno de los australianos más exitosos de la historia.

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Foto: thesun.co.uk
Desde muy temprana edad, Harry Kewell comenzó a destacarse jugando al fútbol en Australia. A los quince años viajó por Europa con su equipo para participar de campeonatos juveniles, y gracias a sus buenas actuaciones captó rapidamente el interés de varios equipos importantes.

Un año mas tarde viajó con Brett Emerton a una prueba en el club inglés Leeds United. La idea inicial era entrenar un mes y ver cómo funcionaban las cosas. Por suerte ambos jugadores quedaron seleccionados, pero solo Harry pudo permanecer ya que contaba con la ventaja de la visa, gracias a que su padre era inglés.

Un año después, durante la temporada 95-96, se dio el siguiente salto en la carrera de Kewell, cuando con 17 años debutó en la Premier League defendiendo al primer equipo de Leeds.

Esas primeras temporadas alternó ente el equipo juvenil y la primera, pero poco a poco iba creciendo y se iba volviendo un jugador fijo en el equipo, ademas de una de las promesas más importante de la liga inglesa.

Para la temporada 97-98 comenzó a tener una regularidad mayor, pero recién alcanzó el pico de rendimiento dos años después, al anotar 10 goles y dar 13 asistencias en 36 partidos jugados.

Esos números, que le valieron recibir el premio al mejor jugador joven de la Premier League, interesaron a Inter de Milán que realizó una oferta por el jugador. El negocio no llegó a buen puerto, ya que el equipo inglés lo consideraba una pieza clave de su equipo.

En la temporada 00-01 estuvo cerca de tocar el cielo con las manos, cuando ayudó a Leeds a llegar a semifinales de la Champions League. Lamentablemente para él, Valencia con un rotundo 3 - 0 de local los dejó sin chances de disputar la final.

A partir de ese momento comenzaron a surgir en el equipo diversos problemas económicos, que derivaron en la venta de sus figuras más importantes. La salida de Kewell fue inminente, y días después él atacó publicamente al club por considerar que nunca logró apreciar su calidad.

Ofertas aparecieron de todos los cuadros importantes, pero Kewell se decantó por Liverpool. En su nuevo equipo comenzó teniendo buenos partidos, pero poco a poco iría bajando su nivel.

A pesar de que el rendimiento del delantero no era el mejor, el equipo pasaba por un gran momento y eso permitió que, en su segunda temporada en el club, se volviera el primer jugador australiano en disputar y ganar una final de Champions League.

Aunque Liverpool ganó una epica final que quedó en el corazón de todos los hinchas, el delantero fue centro de polémica cuando tuvo que abandonar el campo de juego debido a una lesión a los 20 minutos.

El equipo inglés ya iba perdiendo 1 - 0, y los hinchas silbaron el cambio creyendo que fingía una lesión. Mas tarde saldría a la luz que el australiano venía arrastrando una hernia que le impedía rendir al máximo.

Diversas lesiones continuaron persiguiéndolo, y por eso nunca pudo estar a tope en Liverpool. Mientras defendía a los "Reds", en noviembre del 2005 fue pieza clave para que Australia regresara a un Mundial venciendo a Uruguay en el repechaje.

Su participación en el segundo partido del repechaje fue destacado por los medios, ya que su ingresó a la cancha promediando el primer tiempo y cambió el rumbo del partido.

Además tuvo la valentía para anotar el primer penal, y de esa forma sacarse la mufa que venía arrastrando hace ocho años luego de haber quedado fuera de dos Mundiales.

Sufrió una lesión previo al inicio de Alemania 2006, pero no le impidió para llegar en buena forma física a la competencia. Anotó frente a Croacia el gol más importante en la historia del fútbol de su país, que le permitió pasar por primera vez a octavos de final.

Lamentablemente una lesión lo tuvo al margen del siguiente partido, y tuvo que ver desde afuera cómo su selección caía derrotado frente a Italia, a la postre campeón de ese Mundial.

Aunque continuaba sin encontrar regularidad en Liverpool, en la temporada 06-07 se hizo un lugar en otra final de la Champions League. La suerte no fue la misma esta vez, ya que cayeron 2 - 1 con Milan y se quedaron sin repetir la copa.

Sin mucho lugar en Liverpool buscó nuevos objetivos y, al comenzar la temporada 2008, viajó a Turquia para jugar en Galatasaray. Sus numeros mejoraron, y se volvió ídolo de la hinchada, que llegó a comparar su juego a la de magos de la talla de Harry Potter o el Mago de Oz. En el equipo turco ganó una Supercopa turca.

Cuatro años después de Alemania 2006, volvió a disputar un Mundial con su selección, pero no tuvo la misma suerte. Esta vez quedó eliminado en primera fase en una regular actuación.

Un año después fue parte de la selección australiana que llegó a la final de la Copa de Asia que, para mala suerte de Harry, perdió con Japón.

En el año 2011 finalizó su contrato con Galatasaray, donde anotó 23 goles en 61 partidos y, a pesar de haber rumores que volvía a Inglaterra, decidió regresar a Australia para defender a Melbourne Victory.

En su primera temporada tuvo un rendimiento regular, pero decidió rescindir el contrato para viajar a Europa donde su madrastra estaba atravesando un cáncer.

Se pensó que su carrera estaba terminada, pero el año pasado firmó por Al Gharafa de Qatar. El contrato era por seis meses y tras su finalización decidió liberarlo, haciendo que el jugador decidiera volver a defender al Victory de su país.

El pasado 26 de marzo anunció en su Twitter que estaba camino a oficializar su retiro, adosado con el hastag #endofanera (el fin de una era). Es que no es para menos saber que se acaba la carrera de unos de los futbolistas más exitosos en la historia de Australia.